Capote al desnudo
Esta es una crítica literaria que tuve que hacer para clase (reciclando artículos, ¡aquí no se tira nada, señores!), así que va a tener un formato algo distinto al habitual. Por una vez, nada de alitas ni de lo mejor y lo peor...
Título: Música para Camaleones
Autor: Truman Capote
Editorial: Anagrama
Lugar de edición: Barcelona
Año: 2008 (primera edición: 1980)
282 páginas
Precio: 8 €
Sólo algunos pocos escritores tienen el don de hacer atractiva una narración no tanto por lo que cuentan, sino por cómo lo hacen. En la introducción de Música para camaleones, Truman Capote critica el estilo recargado de la mayoría de novelistas y defiende su preferencia por “aligerar, la noción sencilla, clara, como el arroyo en el campo”. Música para camaleones es el producto de un proceso de recuperación de esta sencillez, que Capote había sentido desaparecer en sus obras anteriores.
Música para camaleones es la última obra del autor norteamericano, publicada sólo cuatro años antes su fallecimiento en 1984. Está dividida en tres partes. La primera, “Música para camaleones”, consta de seis relatos iniciales breves de gran sencillez y atractivo narrativo. La segunda parte está formada por la novela real corta “Ataúdes tallados a mano”, en la que el autor cuenta la investigación de una serie de macabros asesinatos perpetrados por un psicópata que se dedica a asesinar a los jurados que han votado en su contra en un juicio. La tercera y última parte está compuesta por siete “Conversaciones y relatos”, a través de las cuales Truman Capote nos presenta a distintos personajes de forma magistral. Destacan el texto en el que Capote retrata a una asistenta mientras la acompaña en un día de trabajo cualquiera y el retrato “Adorable criatura”, en el que el autor dibuja una exquisita semblanza de Marilyn Monroe. Pero de entre todas las piezas que componen Música para camaleones sobresale el magistral y siniestro autorretrato “Vueltas nocturnas. O experiencias sexuales de dos gemelos siameses”. Capote se desnuda delante de su gemelo imaginario y ofrece al lector una visión aparentemente sin censura de sí mismo, sus pecados y sus creencias. En este autorretrato encontramos la célebre frase con la que el escritor se define: “Soy alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio”.
Truman Capote explota los distintos géneros estilísticos que cosechó a lo largo de su carrera como escritor y periodista. La primera parte del libro es la única en la que Capote no relata experiencias reales y quizás por ello, la menos atractiva de las tres partes. En “Ataúdes tallados a mano” se acerca al género que lo consagró, el policíaco negro real, y hace gala de un estilo fluido que, combinando con gran equilibro entre narración y descripción, alcanza su máxima brillantez en las conversaciones y relatos que forman la tercera parte de la obra. Estas siete piezas, completamente autobiográficas, permiten a Capote mostrar su lado más personal, que el lector ya es capaz de atisbar en “Ataúdes tallados a mano”.
En Música para camaleones, Truman Capote, uno de los mejores escritores norteamericanos del siglo XX, logra superar sus propias barreras y alcanza una narrativa atrayente, que absorbe por ella misma y en la que consigue unir todos sus conocimientos literarios en un único género. La historia se subordina a las palabras, que fluyen y se convierten, como diría la escritora francesa Muriel Barbery, “en demiurgo de sí mismas”.
Ains... no me sonaba de nada el libro ^^
ResponderEliminarLa verdad, es curioso.
Me gusta más el formato de reseñas habitual, es más personal, pero éste también ha quedado bien.
Besotes!
Truman Capote es uno de los grandes de la literatura del siglo XX, quiero leer algunas obras suyas pero hasta ahora no he podido...
ResponderEliminar:P
¡Hola!
ResponderEliminarYo tambien quiero leerlo jeje.
Besos
oh me lo apunto! me llama mucho el autor, apenas pueda lo leere :D
ResponderEliminarwow! que buena reseña de el libro! la verdad me encantaria leer a este autor! creo que no me decepcionara :P
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