(El corredor del laberinto)
de James Dashner
Este libro aún no ha salido en español, pero no os preocupéis aquellos que no leáis en inglés: en noviembre llegara a España de manos de la editorial Nocturna. La traductora será Noemí Risco Mateo, que ya tradujo otro libro sobre laberintos, Dentro del laberinto.
Si leéis en inglés, ya sabéis: ¡a Booky! Y, si no, os recomiendo que os hagáis con el libro una vez salga en español, porque es más que recomendable.
MEMORIZA. CORRE. SOBREVIVE.
«Bienvenido al bosque. Verás que, una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como ves, este lugar está cercado por muros de piedra… Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran… y, si quieres sobrevivir, no debes estar allí para entonces».
Todo sigue un orden… y, sin embargo, al día siguiente suena una alarma. Significa que ha llegado alguien más. Para asombro de todos, es una chica. Su llegada vendrá acompañada de un mensaje que cambiará las reglas del juego.
Conocí esta novela gracias a Barnsdale, que lo reseñó en su blog hace unos meses. Fue leer su reseña y pensar "este libro tiene que ser mío". Me lo compré poco después, y este verano lo devoré Y, con toda sinceridad, tengo que decir que este es uno de los mejores libros que he leido este año, solo por detras de la trilogía de Los Juegos del Hambre. Y creo que la mayoría de vosotros sois conscientes de lo que significa eso.
Empecemos por el principio, hablando de lo que es la historia en sí. La sinopsis que tenéis arriba os sitúa un poco en la trama, pero no explica mucho mas, así que lo haré yo. El protagonista es Thomas, y cuando comenzamos el libro nos encontramos con él en un ascensor en movimiento, y el pobre no sabe cómo ha ido a parar allí, pues no recuerda nada de su vida anterior: todo está en blanco. Solo sabe su nombre, pero eso es todo. Cuando el ascensor se abre, Thomas se encuentra con unos cincuenta chicos adolescentes de más o menos su edad que le dan la bienvenida amablemente con insultos que me muero por ver traducidos, tales como shank, klunk, shuck-face, etc.
Tom ha llegado al Claro (o "bosque", como creo que lo han traducido), pero no tiene ni idea de dónde está eso. Y los otros cincuenta chicos (más o menos) que ahí ahí tampoco lo saben. Todos llegaron allí igual que él: en un ascensor en movimiento, sin memoria alguna de su vida anterior y recordando tan solo su nombre. Ahora viven en el Claro, que está justamente en el centro de un enorme laberinto. Pero éste no es un laberinto cualquiera, no os vayáis a pensar. Por el laberinto pululan una serie de monstruos-mecánicos-de-nombre-intraducible, los espeluznantes Grievers, que no dudan a la hora de despedazar a los incautos con los que se encuentren. Por suerte, el Claro está rodeado por muros, y estos muros tienen puertas que dan al laberinto y que se cierran por la noche. Porque los Grievers pululan por la mañana de vez en cuando, pero por la noche salen en manada y campan a sus anchas, y quedarse encerrado dentro del laberinto equivale prácticamente a una muerte segura.
Ya hemos comprendido la mitad del título, ¿no? Sabemos que hay un laberinto. Ahora vamos con los corredores. Éstos son una serie de chicos (recordad, solo hay chicos) que, todos los días, se adentran en el laberinto con los mapas que ellos mismos dibujan para tratar de encontrar una salida a través de la cual puedan escapar de allí. Pero no es tarea fácil: el laberinto cambia cada día, y al parecer esa salida no existe.
Así que esa es la preciosa situación con la que se encuentra Thomas, el novato objeto de las bromas de todos. Y las cosas empeoran para él cuando, al día siguiente, llega una chica. La primera chica en dos años, y aparentemente la última persona en pisar el Claro (ever). Dicha chica revoluciona el Claro (cuidado con lo que pensáis), especialmente cuando dice enigmáticamente "Todo va a cambiar" justo antes de caer en una especie de coma. Y hasta aquí puedo contar: sabéis que no soy de contar spoilers. He contado menos de lo que yo mismo sabía al empezar a leer el libro, ya que siempre digo que es mejor comenzar a leer sin saber demasiado sobre la historia.
Pasemos ahora a los personajes, que es una de las cosas que más me han gustado. Preparaos para lo que os voy a decir, porque Thomas, el protagonista... ¡no es perfecto! Sí, sí, en este libro nos encontramos con un protagonista chico de novela juvenil que no es asquerosamente perfecto. ¡Gracias, James Dashner! Los chicos del mundo te lo agradecemos. Por la novela pululan muchos otros personajes de todo tipo. Algunos (muchos) son bordes. A otros, directamente, sería mejor tirarlos por el Acantilado. Pero también están algunos majos y, sí, también hay cierto personaje entrañable que muchos acabaréis adorando. Y, por supuesto, también está la chica-cuyo-nombre-no-pienso-revelar que, aunque parezca mentira, ¡no acaba colgada de Tom (ni él de ella) a los diez minutos de conocerse!
Ahora le ha llegado el turno al ritmo. Estaba preparado para esos primeros capítulos algo lentos, así que seguí leyendo sin que éstos me detuvieran. El corredor del laberinto es uno de esos escasos libros que te deja sin aliento, con una trama tan perfectamente llevada que te resulta imposible dejar de leer una vez la historia arranca. Si hay algo que sientes al leerlo, es tensión. Tensión por querer saber lo qué pasará. Tensión en más de una ocasión por no saber cómo demonios van a sobrevivir. Tensión por querer saber si encontrarán una salida que los saque a todos de allí. Porque el libro se centra en resolver el enigma del laberinto, y os aseguro que, hasta que no lo hagan, los chicos del Claro no dormirán tranquilos... y vosotros tampoco.
Y el final... Oh, qué final. Totalmente abierto. No puedo esperar a que llegue la segunda parte, The Scorch Trials, que saldrá en inglés el mes que viene con esa portada tan apocalíptica que veis a la derecha. Solo espero que después de eso la espera hasta The Death Cure, la última parte, no sea demasiado larga. No he querido buscar si tiene fecha para no deprimirme.
Empecemos por el principio, hablando de lo que es la historia en sí. La sinopsis que tenéis arriba os sitúa un poco en la trama, pero no explica mucho mas, así que lo haré yo. El protagonista es Thomas, y cuando comenzamos el libro nos encontramos con él en un ascensor en movimiento, y el pobre no sabe cómo ha ido a parar allí, pues no recuerda nada de su vida anterior: todo está en blanco. Solo sabe su nombre, pero eso es todo. Cuando el ascensor se abre, Thomas se encuentra con unos cincuenta chicos adolescentes de más o menos su edad que le dan la bienvenida amablemente con insultos que me muero por ver traducidos, tales como shank, klunk, shuck-face, etc.
Tom ha llegado al Claro (o "bosque", como creo que lo han traducido), pero no tiene ni idea de dónde está eso. Y los otros cincuenta chicos (más o menos) que ahí ahí tampoco lo saben. Todos llegaron allí igual que él: en un ascensor en movimiento, sin memoria alguna de su vida anterior y recordando tan solo su nombre. Ahora viven en el Claro, que está justamente en el centro de un enorme laberinto. Pero éste no es un laberinto cualquiera, no os vayáis a pensar. Por el laberinto pululan una serie de monstruos-mecánicos-de-nombre-intraducible, los espeluznantes Grievers, que no dudan a la hora de despedazar a los incautos con los que se encuentren. Por suerte, el Claro está rodeado por muros, y estos muros tienen puertas que dan al laberinto y que se cierran por la noche. Porque los Grievers pululan por la mañana de vez en cuando, pero por la noche salen en manada y campan a sus anchas, y quedarse encerrado dentro del laberinto equivale prácticamente a una muerte segura.
Ya hemos comprendido la mitad del título, ¿no? Sabemos que hay un laberinto. Ahora vamos con los corredores. Éstos son una serie de chicos (recordad, solo hay chicos) que, todos los días, se adentran en el laberinto con los mapas que ellos mismos dibujan para tratar de encontrar una salida a través de la cual puedan escapar de allí. Pero no es tarea fácil: el laberinto cambia cada día, y al parecer esa salida no existe.
Así que esa es la preciosa situación con la que se encuentra Thomas, el novato objeto de las bromas de todos. Y las cosas empeoran para él cuando, al día siguiente, llega una chica. La primera chica en dos años, y aparentemente la última persona en pisar el Claro (ever). Dicha chica revoluciona el Claro (cuidado con lo que pensáis), especialmente cuando dice enigmáticamente "Todo va a cambiar" justo antes de caer en una especie de coma. Y hasta aquí puedo contar: sabéis que no soy de contar spoilers. He contado menos de lo que yo mismo sabía al empezar a leer el libro, ya que siempre digo que es mejor comenzar a leer sin saber demasiado sobre la historia.
Pasemos ahora a los personajes, que es una de las cosas que más me han gustado. Preparaos para lo que os voy a decir, porque Thomas, el protagonista... ¡no es perfecto! Sí, sí, en este libro nos encontramos con un protagonista chico de novela juvenil que no es asquerosamente perfecto. ¡Gracias, James Dashner! Los chicos del mundo te lo agradecemos. Por la novela pululan muchos otros personajes de todo tipo. Algunos (muchos) son bordes. A otros, directamente, sería mejor tirarlos por el Acantilado. Pero también están algunos majos y, sí, también hay cierto personaje entrañable que muchos acabaréis adorando. Y, por supuesto, también está la chica-cuyo-nombre-no-pienso-revelar que, aunque parezca mentira, ¡no acaba colgada de Tom (ni él de ella) a los diez minutos de conocerse!
Ahora le ha llegado el turno al ritmo. Estaba preparado para esos primeros capítulos algo lentos, así que seguí leyendo sin que éstos me detuvieran. El corredor del laberinto es uno de esos escasos libros que te deja sin aliento, con una trama tan perfectamente llevada que te resulta imposible dejar de leer una vez la historia arranca. Si hay algo que sientes al leerlo, es tensión. Tensión por querer saber lo qué pasará. Tensión en más de una ocasión por no saber cómo demonios van a sobrevivir. Tensión por querer saber si encontrarán una salida que los saque a todos de allí. Porque el libro se centra en resolver el enigma del laberinto, y os aseguro que, hasta que no lo hagan, los chicos del Claro no dormirán tranquilos... y vosotros tampoco.
Y el final... Oh, qué final. Totalmente abierto. No puedo esperar a que llegue la segunda parte, The Scorch Trials, que saldrá en inglés el mes que viene con esa portada tan apocalíptica que veis a la derecha. Solo espero que después de eso la espera hasta The Death Cure, la última parte, no sea demasiado larga. No he querido buscar si tiene fecha para no deprimirme.
Por último, os dejo con el booktrailer, a ver si os abre el apetito:
Nota: La portada en la que pone "Correr o morir" es la latinoamericana; allí lo publicará la editorial V&R. En España el libro se llamará "El corredor del laberinto", pero aún se desconoce cuál sera la portada que utilicen.
Sí, yo ya me estoy mordiendo las uñas por ver cuando sale, ¡lo quiero ya! Es que leerlo en inglés me da pereza, así que a ver cuando sale. Esperemos que tenga el mismo boom de los Juegos.
ResponderEliminarBesillos
Ahh, o sea que este es el que me contaste el otro día en la quedada de Sinsajo, no??
ResponderEliminarPues a ver si me lo leo :D
Dios mío, decir que me llama es poco *.* En estos momentos me doy cabezazos contra la pared por el dichoso inglés.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLo quiero *_____*
ResponderEliminarSi el inglés y yo nos entendieramos me haría con él, pero va a ser que no es el caso XD
os sigo!
Un abrazo!
Lo había visto en blogs extrangeros con buena puntuación :) Viendo la reseña y ese trailer, me lo apunto a a de ya *__*
ResponderEliminarBesos!
En cuanto esté in spanish, me lo pillo ;) Pinta genial y es que yo amo este tipo de libros tan raros *O*
ResponderEliminarSaludito!
¡Lo quiero! Encima hay personajes bordes xDDDD
ResponderEliminarGennial! a ver cuando llega aquí el librooo ^^
ResponderEliminarEn cuando salga, lo compro xDD
Yo también me lo apunté cuando lo reseñó Barns pero como luego vi que salía en español decidí esperar. Lo que me mata es que sea otra serie con final abierto JOOOOOOOO
ResponderEliminarPor cierto, hay más protagonistas imperfectos en la literatura, solo es cuestión de buscar :P
me llama mucho la curiosidad , a ver si lo puedo pillar cuando salga *_* muy xula la reseña! ^^
ResponderEliminar*Arantxa*
Ñe, qué ganas le tengo >W<
ResponderEliminarNo sé si esperar a que salga en castellano o leerlo en inglés para no tener que esperar tanto a las traducciones... :/
Ya me llamó mucho la atención cuando leí, hace tiempo, la sinopsis. Tengo muuuchas ganas de leerlo, y después de leer tu reseña... ¡¡¡muchas más!!!
ResponderEliminarLo quiero!!! Ya me llamó la atención una reseña que vi de el hace tiempo, y lo tenía en mi lista. Así que en cuanto salga se vendrá a casita! :)
ResponderEliminarBesotes y gracias por la crítica!! :)
El nombre de la chica no es ningún spoiler... y eso de que no se enamoran a los diez minutos... Bueeeeeno, todo es relativo y según lo miremos xDD
ResponderEliminarSobre si Thomas es perfecto o no... Reconoce que muy imperfecto no es. Lo que pasa es que no se acuerda de nada, pero conforme avanza la historia es el típico protagonista héroe que resuelve todo él solito y sin ayuda... xDDD
Y para no soltar más spoilers puedes debatir conmigo en el foro de LGG xD
Que fantástica reseña, estoy totalmente de acuerdo contigo XD
ResponderEliminarAhora ya estoy por empezar la lectura del último, La Cura Mortal, así que luego habrá que esperar a la precuela.
Besitos y te sigo ^_^
Vale, me lo compro xD Parece un libro de los que enganchan y algo diferente al no explicar lo que ocurre desde el principio. Y lo del coma nada más decir que todo va a cambiar me intriga.
ResponderEliminarGracias por la reseña.